Cómo iniciar el huerto urbano: guía básica para principiantes que quieren conectar con la tierra
“Volver a la tierra no es retroceder, es recordar de dónde venimos. Y en cada brote, reencontrarnos con lo esencial.”
Cada vez más personas sienten la necesidad de conectar con un estilo de vida más natural, consciente y saludable. El ritmo acelerado de la ciudad, las largas jornadas frente a pantallas y el consumo desconectado de los alimentos nos llevan, tarde o temprano, a buscar algo diferente. Es ahí donde aparece el huerto urbano como una práctica sanadora, transformadora y accesible para todos.
No necesitás vivir en el campo para cultivar tus propios alimentos. Con un poco de planificación, herramientas adecuadas y ganas de aprender, podes comenzar tu propio (huerto urbano) en casa, aprovechando un jardín, patio, terraza o cualquier espacio soleado.
En esta guía básica, te acompañamos paso a paso para que des tus primeros brotes
¿Por qué tener un huerto urbano?
- Mejoras tu alimentación con productos frescos y sin químicos agrarios (fertilizantes, insecticidas, fungicidas, herbicidas, etc).
- Reduces tu huella ecológica al consumir lo que vos mismo producís.
- Conectar con ritmos naturales, aprendiendo a observar y esperar.
- Recuperar saberes ancestrales y te acerca a un modo de vida más sustentable.
Mas motivos para iniciar y cultivar la huerta en este short de Youtube
La importancia de planificar el huerto
Para sacar el máximo provecho del espacio y de cada estación, planificar la huerta es tan importante como sembrar. Saber qué cultivar, cuándo y dónde, hace que las plantas se desarrollen mejor, se complementen entre sí y el suelo se mantenga sano a lo largo del tiempo.
Dos herramientas clave para eso son:
- Las asociaciones de cultivos: combinar plantas que se ayudan mutuamente, mejorando su desarrollo, el sabor de los frutos y la resistencia a plagas.
- Las rotaciones de cultivos: alternar lo que cultivamos en cada zona para evitar el agotamiento del suelo, reducir enfermedades y equilibrar los nutrientes disponibles.
La importancia de planificar el huerto desde el principio
Iniciar una huerta sin planificación puede llevarte a frustraciones innecesarias. Por eso, uno de los pilares más importantes es pensar el diseño antes de empezar. Esto incluye:
- Aprovechar el espacio disponible según el clima y la estación.
- Elegir cultivos adecuados al momento del año.
- Pensar en asociaciones favorables, como plantar zanahorias con cebollas, que se protegen mutuamente.
- Rotar cultivos a lo largo de las temporadas para cuidar la fertilidad del suelo y prevenir enfermedades.
Estas prácticas no solo hacen que la huerta sea más productiva, sino más resiliente, más diversa y más fácil de mantener.
Elegí el lugar adecuado
Para comenzar, necesitás un espacio con buena luz solar directa, al menos entre 4 y 6 horas al día.
Ideal para jardines medianos:
- Zonas cercanas a paredes (que retengan calor y protegen del viento).
- Bordes de cercos o áreas disponibles en canteros.
- Espacios que puedan delimitarse fácilmente para organizar cultivos.
Tip: Observa tu jardín a distintas horas para detectar los sectores con mejor exposición al sol.
Herramientas y materiales básicos
No necesitas grandes inversiones para empezar. Estos son los elementos esenciales:
- Palita de mano
- Rastrillo pequeño
- Regadera o manguera con rociador
- Guantes de jardinería
- Tijera de poda
Recipientes si vas a usar macetas (baldes, cajones de madera, contenedores reciclados)

El sustrato ideal
El éxito de tu huerta comienza en la tierra. Necesitás un suelo fértil, aireado y con buena retención de humedad.
Mezcla recomendada para maceta:
- 50% tierra negra fértil
- 30% compost orgánico (casero o comprado)
- 20% perlita, vermiculita o arena para mejorar el drenaje
Podes enriquecerlo con humus de lombriz, que es excelente para estimular el crecimiento.
Tema clave a la hora de iniciar la huerta
¿Es necesario arar el terreno al iniciar la huerta?
Cuando pensamos en preparar la tierra, lo primero que se nos viene a la mente es arar, remover, dar vuelta el suelo con herramientas pesadas o máquinas. Esta práctica viene de la agricultura tradicional, pero en la agroecología y la huerta orgánica se propone otra mirada: ¿y si trabajamos con la tierra, en vez de contra ella?
Arar: pros y contras
Ventajas de arar:
- Ayuda a descompactar suelos duros o muy erosionados.
- Permite mezclar compost o materia orgánica rápidamente.
- Facilita el control de yuyos en los primeros pasos.
Desventajas:
- Rompe la estructura natural del suelo y mata microorganismos beneficiosos.
- Aumenta el riesgo de erosión y pérdida de nutrientes.
- Exige esfuerzo físico o uso de maquinaria.
Existen alternativas más sostenibles: con mínimo laboreo
En una huerta urbana, sobre todo si estás empezando, no es necesario arar profundamente. Podes optar por métodos más suaves y efectivos:
- Cubrir el suelo con cartón, hojas secas, pasto seco o compost durante unas semanas. Esto ablanda el terreno, sofoca malezas y estimula la vida del suelo sin removerlo.
- Agregar compost por encima y plantar directamente con una pala pequeña (método de plantación directa).
- Usar camas elevadas o bancales: estructuras donde colocas sustrato fértil encima del suelo existente, sin necesidad de remover.
- Mulching o acolchado permanente: mantener la tierra cubierta imita lo que hace la naturaleza y evita que el suelo se degrade.
Recordá: cuanto más vivo está el suelo, más saludable será tu huerta.
En la película Volver a Edén, Paul Gautschi nos explica algunas de estas técnicas para cultivar sin labrar la tierra. aprovechando mas el agua, la humedad y favoreciendo la vida en la tierra. Mirala siguiendo este enlace
¿Querés ir más allá?
Si este tema te despertó curiosidad, no estás solo. Cada vez más personas están explorando formas de cultivar sin arar, respetando los ciclos del suelo y potenciando la fertilidad natural sin agredir. En el próximo artículo, vamos a profundizar en las técnicas de mínimo laboreo, mulching permanente, y cómo crear un suelo vivo que trabaje por vos, no contra vos.
Porque sí: es posible tener una huerta sana y productiva sin romper la tierra. Solo hace falta observar, acompañar… y aprender de la naturaleza.
¿Qué podes cultivar primero?
Comienza con cultivos fáciles, de rápido crecimiento y adaptables a distintos climas:
- Verduras de hoja: lechuga, espinaca, acelga, rúcula
- Hierbas aromáticas: albahaca, perejil, cilantro, menta
- Frutas pequeñas: frutilla, tomate cherry (Estos dos cultivos son para primavera – verano)
- Raíces: rábano, zanahoria
Sugerencia: Elegí variedades que consumas a menudo. Te motivará más a verlas crecer y usarlas en tus comidas.
Para saber las verduras que mejor se adaptan al mes que estas viendo este articulo visita la pagina del calendario de siembra, pronto te compartiremos una guía más detallada sobre cómo hacer un diseño inteligente del huerto urbano, incluyendo asociaciones, rotaciones y otros secretos de la agroecología urbana.
Para ver los calendarios de siembra de todos los meses por separado seguí este enlace
¿No tenés espacio? Empezá en macetas (¡y funciona!)
No necesitás un gran jardín para tener tu huerta de otoño-invierno. Muchas de las verduras de esta temporada se adaptan perfectamente a macetas, cajones o contenedores reciclados, siempre que tengan buen drenaje, un sustrato fértil y el volumen adecuado para cada planta.
Tamaños recomendados de macetas por tipo de cultivo:
Verdura | Profundidad mínima | Volumen aproximado |
Acelga / Espinaca / Rúcula | 20–25 cm | 5–7 litros |
Lechuga | 20–25 cm | 3–5 litros |
Zanahoria / Rabano / Remolacha | 25–30 cm | 5–10 litros |
Cebolla / Ajo / Puerro | 20–30 cm | 3–7 litros |
Brócoli / Coliflor / Repollo / Kale | 30–40 cm | 10–20 litros |
Arvejas / Habas | 30 cm | 8–12 litros (más si las vas a entutorar) |

Tip: Usá sustratos livianos pero ricos en materia orgánica, como compost mezclado con tierra negra y un poco de perlita o arena gruesa para el drenaje. Reciclar baldes, cajones o macetas viejas: solo asegúrate de hacerles orificios de drenaje y colocarlos en zonas donde reciban al menos 4 a 6 horas de sol al día.
Calendario y cuidados básicos
- Riega preferentemente a la mañana o al atardecer.
- Observa si la tierra está seca antes de volver a regar.
- Quitar “malas hierbas” que compitan por nutrientes.
- Rotar cultivos si vas a seguir cultivando durante varias temporadas.
Conexión, aprendizaje y paciencia
Tener una huerta no es solo plantar. Es observar, esperar, corregir, aprender del error y maravillarse con lo que brota. Puede que alguna planta no prospere, que una plaga te visite o que algo no salga como esperabas. ¡Y está bien!
Este es un camino de ida: con cada semilla, siembras también calma, conciencia y amor por lo natural.
Conclusión
Iniciar un (huerto urbano) en tu jardín es más que un proyecto ecológico o de autosuficiencia. Es un gesto íntimo de transformación. Un espacio para volver a lo simple, a lo verdadero, a lo que tiene raíz.
No necesitas saberlo todo para empezar, ni tener las herramientas adecuadas, o el sustrato optimo. Solo necesitas empezar.
No le des el gusto a robotito

Muy buen artículo…completo en información y mensaje de concientización tan necesarios para estos tiempos…muchas gracias huertas del.sol